Más allá del olvido, de Patrick Modiano

El último Premio Nobel de literatura, el francés Patrick Modiano (1945), es bien conocido en nuestro país, y gran parte de su obra lleva años traducida a nuestra lengua (basta con hojear el catálogo de Anagrama y Alfaguara para comprobarlo). En Francia, como no podía ser de otra manera, Modiano goza de una enorme popularidad, y esta novela en concreto, Más allá del olvido, me fue regalada hace unos días por un amigo francés que lo adora (y que desconfía de mi capacidad  para leerla en la lengua de Molière). Creo que Modiano es uno de esos felices autores que captan el interés del lector desde las primeras líneas, y saben mantenerlo despierto hasta el final. Más allá del olvido (Du plus loin de l’oubli, 1996) es una novela admirablemente construida,  narrada en primera persona por un personaje adulto que evoca -sin apenas intervenir ni juzgar- una historia de amor vivida en su juventud. Pero la novela no es solamente un romance, y la liaison del narrador con Jacqueline es solo una línea más, aunque cardinal, en la compleja polifonía del texto, que tiene su punto fuerte en el clima de misterio (en ocasiones, casi policíaco) que empapa todo el conjunto. Por otra parte, resulta admirable la sencillez con que Modiano nos impone a sus personajes (bastan algunos gestos, unas pocas palabras o una prenda de vestir para hacerlos revivir ante nuestros ojos), así como su habilidad para imprimir giros inesperados a la trama, que siempre nos pillan por sorpresa.

La amarga y desencantada visión existencial que subyace en Más allá del olvido viene determinada por una juvenil experiencia amorosa, evocada treinta años después por su principal protagonista: un veinteañero vendedor ambulante de libros antiguos que camufla su pobreza y desarraigo confundiéndose entre los estudiantes del barrio latino de París. El azar le pondrá en contacto con una enigmática pareja, Jacqueline y Gérard, asiduos visitantes de fin de semana a casinos y balnearios. Pero mientras Gérard gana dinero aplicando la estrategia  del «cinco neutro», Jacqueline, que se nos presenta como una joven delicada de salud y mal vestida, sueña con vivir algún día en Mallorca… Poco más sabemos de ellos, confundidos en el sfumato general que preside toda la novela, y donde los personajes entran y salen de escena velados siempre por un aura de misterio. La aparición de un inquietante y enigmático personaje, Cartaud, propiciará la resolución del triángulo que ha comenzado a fraguarse al compás de las ausencias de Gérard. Jacqueline se nos muestra entonces como una auténtica femme fatal, imponiéndole al protagonista la comisión de un delito que pondrá fin a su estancia parisina. Pero el Londres en que los dos jóvenes buscan ingenuamente su oportunidad se les mostrará pronto hostil y desolador, viéndose arrastrados hacia una nueva constelación de personajes estrambóticos y desarraigados. En esta ciudad desangelada, de fiestas continuas y vida parasitaria, el sueño de Mallorca comienza a desdibujarse, mientras que el protagonista (trasunto evidente de Modiano) parece encontrar su salvación en la literatura…

Reseña de Manuel Fernández Labrada

Acerca de Manuel Fernández Labrada

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